Salud

Laureano Molins, cirujano torácico y presidente de la AECC en Barcelona

La Asociación Española Contra el Cáncer alerta de cómo se ha agravado la situación de los pacientes de esta enfermedad debido a la COVID-19, e impulsa este 4 de febrero, Día Mundial Contra el Cáncer, un gran acuerdo para hacerle frente. Nosotros nos sumamos a su reivindicación conversando con el doctor Laureano Molins, vicepresidente de la AECC y presidente del AECC-Cataluña contra el Cáncer de Barcelona. Una entrevista que podéis visualizar entera en el IGTV de Tomando Conciencia y en la que este cirujano de prestigio hace hincapié en temas como el descenso del número de diagnósticos de cáncer durante la pandemia o el coste económico de esta enfermedad.

El acompañamiento y bienestar emocional, tanto de los pacientes como de la familia o amigos, ¿es tan o más fundamental que la parte médica?
Totalmente. La salud emocional es fundamental y, a parte, es que hay un impacto económico. Se ha hecho un estudio, El Impacto económico y social del cáncer en España, elaborado hace justo un año, en enero de 2020, y sabemos que el coste del cáncer en España es de más de 19.000 millones de euros. Y se ha calculado que un poco más de la mitad de este gasto, un 55%, lo tiene el sistema sanitario, pero el resto, el 45%, lo asumen las familias. Es algo en lo que tenemos que tomar soluciones, que básicamente son la prevención y la detección precoz. Eliminar el consumo de tabaco, por ejemplo, logra evitar un 30% de los casos de cáncer. Y eso ahorra más de 5.500 millones de euros. Con el consumo de alcohol, igual. Se lograría evitar casi el 10% de casos de cáncer y eso equivale, aproximadamente, a más de 1.300 millones de euros. La obesidad, también: se ahorrarían casi 800 millones de euros.

¿Cómo ha afectado la COVID-19 a las personas con cáncer?
No hay duda de que la pandemia no ha hecho más que agravar la situación de las personas afectadas de cáncer que, además, ya era un poco desigual. Una cifra importante es que ha habido un 21% menos de cánceres detectados, y esto luego tiene una implicación incluso en los pronósticos de los pacientes. Hay miedo, indefensión, incertidumbre, el impacto emocional, que se ha calculado en casi un 40% de pacientes, el impacto sanitario… También el sentimiento de soledad, que ha aumentado, y la pérdida de empleo: casi 1 de cada 5 personas durante el confinamiento ha visto agravada su situación económica. La idea de la campaña del Día Mundial Contra el Cáncer es concienciar que tenemos que tratar a los pacientes de COVID pero que también tenemos otros pacientes, de cáncer y no cáncer.

Durante la pandemia se han detectado un 21% menos de cánceres

¿En España, cómo está el panorama de la investigación sobre el cáncer?
“Para investigar, te has de ir fuera”, se decía en los 70 y los 80, y muchos investigadores tuvieron que salir. Hoy en día, creo que estamos mejorando muchísimo. Hay más conciencia de que una persona que se dedique ya sea a la medicina, la biología o cualquier especialidad, digamos, no asistencial, puede hoy dedicarse a la investigación. Estamos mucho mejor de cómo estábamos y avanzando. Va aumentando la media de supervivencia del cáncer: queremos que este 50% sea del 70% en 10 años. Pero para eso hemos de mejorar sobre todo en los tumores que más matan, que tienen peor pronóstico.

¿Se puede educar para la prevención desde la escuela y desde casa durante la infancia?
Es fundamental. Hay que mirar a 30 años vista. Para que nuestros hijos y nietos ya ni se planteen el tabaco ha de haber una educación. Es lo que estáis haciendo vosotros, por eso nos encanta colaborar con vuestro proyecto. No lucirá en los próximos tres años, ni cinco, pero es el que realmente sirve. A veces, la administración y los políticos miran un poco a corto plazo: quién me va a dar a mi rédito estos próximos cuatro años… Y la política tiene que ir mucho más allá.

Un reto para 2021: “Que la pandemia no sea una barrera para diagnosticar y tratar de forma correcta todas las otras enfermedades”

¿Cuál sería su reto para 2021 como profesional de la salud?
Que la pandemia no sea una barrera para diagnosticar y tratar de forma correcta todas las otras enfermedades. Desde el cáncer hasta las cardiovasculares pasando por otras menores. Que una persona con varices, que se tenga que operar, puede estar teniendo una calidad de vida fatal y que sea importante operarse. Por supuesto si hay que reducir, el cáncer va por delante. Entonces mi reto sería que en 2021 pudiéramos seguir tratando a todos los pacientes por igual.

Y a nivel personal, ¿ha decidido un sueño que quiera hacer realidad?
A nivel personal, y veo que vamos por el buen camino, mi sueño es que los jóvenes sean conscientes de lo que estamos haciendo. La AECC y el cáncer también les tocan. Tengo la gran suerte de que en nuestro comité provincial en Barcelona estamos incorporando gente joven, me refiero a gente de menos de 40 años, y que están colaborando muchísimo. En la última cena que pudimos hacer, hubo 300. Al verlo, pienso que esto tiene futuro, que cuando nuestra junta no esté esto va a seguir. A nivel personal, lo que me gustaría es que esto siguiera y creo que lo vamos a conseguir porque veo muy buena respuesta de la gente joven.