Hay un dicho que sostiene que “no hemos heredado el planeta de nuestros padres, sino que se lo hemos cogido prestado a nuestros hijos”. Destruir la naturaleza es destruir el futuro de nuestra propia especie y de todos los seres vivos. Hoy es el Día del Medio Ambiente y está dedicado precisamente a la biodiversidad. ¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si un insecto que se cruza en tu camino desapareciera? Partiendo de la base de que todo está interconectado, es evidente que habría más consecuencias de lo que parece. Cada especie cumple su rol en esta red natural y si no protegemos la biodiversidad, el ecosistema no lo soportará.
Veamos algunos datos del informe de la Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos, respaldado por la ONU. Es, por cierto, el estudio más completo realizado hasta ahora sobre la vida en la Tierra.
-Desde el año 1500, el hombre ha ocasionado la desaparición de 680 especies de vertebrados y un millón de especies de animales y plantas (de los 8 millones existentes) están en peligro de extinción.
-Un promedio del 25% de especies terrestres, de agua dulce y vertebrados marinos así como de invertebrados y grupos de plantas estudiados están amenazadas. Más de un 40% de las especies de anfibios y más de un tercio de los mamíferos marinos se encuentran en esta misma situación.
-La cobertura de corales vivos en los arrecifes se ha reducido a la mitad respecto a los pasados 150 años.
-El 75% de los ambientes terrestres y el 66% de los ecosistemas marinos han sido modificados.
Somos biodependientes
Los seres humanos necesitamos ecosistemas estables y saludables para nuestra propia supervivencia. Siempre es un buen momento para reflexionar sobre el importante papel de la diversidad biológica y el efecto nocivo que la humanidad ha ejercido sobre ella pero este año, por todos los acontecimientos que hemos vivido, la acción es más urgente que nunca.
A menudo se nos olvida que la biodiversidad presta a la sociedad una amplia gama de servicios ecosistémicos, como el agua limpia, la polinización o la protección contra las inundaciones, que tienen un gran valor económico y social. Por lo tanto, su colapso implicaría consecuencias muy crísticas para la humanidad. Además, la biodiversidad también nos cura. ¿Sabías que más de 70.000 especies de plantas y árboles se utilizan con fines medicinales?
Según el informe Planeta Vivo de WWF, en el planeta existen 100 millones de especies animales y vegetales pero cada año desaparecen más de 10.000 especies.
Es urgente y prioritario que los altos cargos incluyen este tema en sus agendas y, sobre todo, en su mente. Afortunadamente, nosotros también somos parte de la solución y podemos evitar el desenlace más triste. Los comportamientos individuales son importantes. Para empezar, puedes hacerte esta pregunta: ¿Qué puedo hacer yo para proteger la biodiversidad? Más de lo que crees. Por ejemplo:
–Tomar Conciencia. Reconocer que algo va mal es el primer paso para actuar. Infórmate sobre lo que está pasando en el planeta, lo que estamos haciendo y las consecuencias que tendrá. Así te darás cuenta de que necesitamos un cambio y lo necesitamos ya.
– Visitar espacios naturales sin dejar huella. La naturaleza estará encantada de que vayas a visitarla pero hazlo de forma responsable, sin causar daños. No dejes basura, no hagas fuego, no te lleves lo que no es tuyo y agradece la oportunidad de poder estar en un entorno así. También es importante no molestar a los animales. El ruido les produce estrés.
-Evita actividades ilegales con especies. El contrabando de especies daña la biodiversidad. Si conoces algún ejemplo, denúncialo.
-Si vas a comprar muebles nuevos, comprueba que la madera está certificada y que su origen no ha puesto en peligro el bosque ni su riqueza biológica.
– Reduce, reutiliza y recicla. El problema no es consumir sino tu forma de hacerlo. Reduce, por ejemplo, el consumo del plástico. Reutiliza ese tarro de cristal que estás a punto de tirar y recicla para no agotar los recursos y ahorrar energía.
– Promover el turismo sostenible puesto que puede ser una buena herramienta para proteger la biodiversidad y hacer un uso eficiente de los recursos.
Se calcula que en 2050 seremos casi 9.700 millones de personas. Si no protegemos la biodiversidad, no podrá cubrir todas nuestras necesidades. Al final, se trata de ser más sostenibles y menos egoístas. ¿Cómo queremos que nos cuide el planeta sino hacemos lo mismo por él?