La Dra. Carmen Cabezas es, desde 2006, subdirectora general de Promoción de la Salud del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya, integrada en la Agència de Salut Pública de Catalunya. Estos días, ella también está trabajando desde casa, como la gran mayoría, pendiente de lo que ocurre. Cuando la llamamos, lo deja todo y nos atiende para hablar de la situación actual y de la importancia de la salud y la sostenibilidad. Doctora en medicina, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, medicina preventiva y salud pública y máster en metodología de ciencias de la salud. Muy pronto, decidió dedicarse a estudiar y a compartir el valor de trabajar para alcanzar el máximo nivel de salud de las personas y la sociedad en general. Es lo que se conoce como Promoción de la Salud. Para Carmen, todas las políticas deben trabajar unidas y tener en cuenta la salud y sus determinantes, para ayudar y facilitar a las personas y las comunidades a desarrollar sus capacidades y alcanzar una vida plena. Al fin y al cabo, ¿no es eso lo que deseamos?
Son días complicados para todos.
Sí, lo son, pero estamos haciendo un gran esfuerzo. Entre todos saldremos adelante pero hay que estar lo mejor coordinados posible. Por mi parte, desde el área de Promoción de la Salud, estos días elaboramos muchos documentos de información, por ejemplo, justo ahora estaba revisando un documento para mujeres embarazadas, para que sepan cómo actuar en estos momentos.
Carmen, ¿siempre has querido dedicarte a la salud?
Yo estudié la especialidad de medicina y familia, para ayudar a las personas pero enseguida empecé a trabajar en la promoción de la salud, con la idea de prevenir y hacer que las personas y comunidades desarrollen sus capacidades y disfruten al máximo de la vida en entornos que se lo faciliten. En muchas ocasiones, las personas llegan a los sistemas sanitarios cuando están enfermas pero si podemos avanzarnos y conseguir que las personas se cuiden, y las políticas lo faciliten, vivirán de una forma más sana y óptima en todos los sentidos.
Por lo tanto, la prevención sí es salud.
De hecho, la definición de salud de la OMS así lo indica cuando dice que es “el estado completo de bienestar físico y social de una persona”, y no solo la ausencia de enfermedad. En 1976, en el X Congreso de Médicos y Biólogos de Lengua Catalana, se definió la salud como «aquella manera de vivir autónoma, solidaria y dichosa». Esta definición se hace para potenciar el lado positivo y ha de huir de la medicalización: prevenir no es hacerse chequeos periódicos. Al mismo tiempo, es importante no culpabilizar a las víctimas: hay muchas desigualdades sociales en la salud y hay que luchar contra ellas, teniendo siempre una perspectiva de equidad y de ayuda. Así, en el hecho que las personas fumen o coman comida basura influye mucho la accesibilidad de estos productos, el precio, la publicidad, y factores sociales y educativos relacionados. Si queremos promover la salud tenemos que actuar en todos esos aspectos, en lo que llamamos determinantes sociales de la salud. Por eso decimos que tenemos que hacer salud desde todas las políticas.
«Si comemos fruta y verdura, con preparaciones mediterráneas, si nos cuidamos y nos movemos, nos sentiremos más felices y más sanos. Eso es promoción de salud, trabajar para que la persona sepa qué tiene que hacer para cuidarse y que, a la vez, lo tenga fácil en su entorno.»
Lo que ha cambiado estos días ha sido nuestra rutina. Después de tres semanas de confinamiento, ¿qué hábitos recomienda que hagan las familias desde casa?
Primero, mantener una actitud positiva. Quedarse en casa tiene una función muy importante además de solidaria, porque así frenamos la propagación del virus y protegemos a las personas más vulnerables. Además, podemos compartir el tiempo con la familia. En segundo lugar, activarnos. Las casas pueden ser pequeñas y/o no tener balcones pero busquemos una manera de movernos. Bailemos, caminemos mientras hablamos por teléfono, levantémonos para cambiar el canal de la televisión o cuando hayan pasado dos horas, después de estar sentados trabajando. La alimentación saludable es fundamental. Es hora de utilizar productos frescos, tenemos tiempo para cocinar más y disfrutar de este momento en la cocina. Una buena idea son las legumbres: tienen proteínas, fibra, son más baratas… Sin olvidar que la mejor bebida es el agua. Cuando comamos, mejor juntos, y sin móviles ni tablets, mirándonos a la cara. Y por último, aprovechemos la tecnología pero con uso responsable. Es útil por su oferta de cultura o educativa pero no abusemos y sigamos pequeños consejos, como apartar la mirada cada 20 minutos o estipular un horario con distintas actividades para no estar conectados todo el día.
Si aprovechamos bien este periodo, los niños también pueden aprender mucho.
Claro. Habrá días buenos y otros no tan buenos, pero es importante hablarlo, expresarnos y apoyarnos. Por eso me gustan tanto los homenajes que estamos viendo. Acercarnos a las ventanas, aplaudir a las personas que nos ayudan, valorar la solidaridad y la comunidad que tenemos a nuestro entorno. Eso también es importante para los niños y niñas.
Para evitar el miedo o la incertidumbre, ¿qué fuentes pueden consultar las familias?
Sobre todo, que sean oficiales. En Canal Salut, hay una sección especial de CORONAVIRUS, con documentos y materiales para estos días de confinamiento muy útiles. También pueden seguir nuestras redes sociales. Y luego, webs clásicas como la del Hospital Sant Joan de Déu o la del Ministerio de Sanidad.
«El COVID-19 nos ha enseñado a dar más valor a la salud, a los profesionales sanitarios pero también a la cajera del supermercado o al transportista que trae los productos… Y a todos los que nos quedamos en casa, siguiendo las recomendaciones. Estamos viviendo un cambio en el orden de valores.»
¿Su profesión le ha cambiado la forma de ver la vida?
Sí, pero sobre todo, la forma de entender la medicina. Cuando terminas los estudios, tienes conocimientos de enfermedades pero con este enfoque de promoción de salud, vas más allá y trabajas para evitar que la persona desarrolle la enfermedad. Por ejemplo, si conseguimos que los niños no empiecen a fumar o que los mayores dejen el tabaco, ganaremos todos. Por eso actuamos en las causas de estas situaciones y nos hacemos preguntas. ¿Qué provoca la obesidad infantil? ¿Por qué no actuamos con medidas?
Por ejemplo, el impuesto a las bebidas azucaradas.
Exacto. A nivel mundial, cada vez hay más obesidad infantil y en parte, está relacionada con algunos de los productos que los niños y niñas ingieren, que no tienen ningún valor nutricional y solo llevan azúcar. Si hay un pequeño cambio en el precio de estas bebidas, que no son saludables, estaremos despertando la conciencia de las personas. Además, hemos comprobado que el consumo de estas bebidas se ha reducido. Catalunya es la única CCAA con el impuesto vigente, a pesar de que la OMS lo propone desde el 2015.
Pero no es la única medida, ¿verdad?
Para conseguir más resultados, son imprescindibles, por ejemplo, los programas educativos como el aula virtual de Tomando Conciencia, o guías de la Agència de Salut Pública como la de “Pequeños cambios para comer mejor” y por supuesto, necesitamos a nuestros profesionales, para que aconsejen y hagan seguimiento de las personas en las consultas.
«Necesitamos un mundo más sano ahora para sentirnos mejor y tener un futuro más próspero.»
Y por cierto, ¿salud y sostenibilidad siempre van de la mano?
Es que ahora, como es lógico, hablamos de COVID-19 pero nuestro foco de atención hasta hace solo unos meses, no lo olvidemos, era la emergencia climática, que está muy relacionada con nuestro estilo de vida. Una parte importante de la población, queremos comer de todo durante todo el año, viajamos continuamente y vamos dejando nuestra huella ecológica… Pero si cambiamos nuestra forma de actuar, el planeta también sale ganando. Necesitamos un mundo más sano ahora para sentirnos mejor y tener un futuro más próspero. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030 hablan de esto.
Seguro que alguna vez te has hecho esta pregunta. ¿Cómo será la salud en el futuro?
Yo me imagino una sociedad en la que cada vez tengamos más capacidades y recursos para vivir, para cuidarnos y con menos desigualdades. Una sociedad fuerte, con un sistema sanitario que ayuda a las personas a desarrollar su salud y que cada vez están más empoderadas. Por eso la mejor inversión es la educación.
«Una familia es un equipo. ¡Todos tienen que ir a una!»
Como sabes, nuestro programa educativo Tomando Conciencia se ha abierto al público para que, durante estos días, las familias puedan conectarse y aprender hábitos saludables y sostenibles desde casa. ¿Qué les dirías a las que todavía no lo han hecho?
Comer bien, llevar una vida más activa, gestionar nuestras emociones y comunicarnos mejor, potenciar los hábitos de higiene… Van a aprender hábitos saludables, sostenibles e imprescindibles que podemos ir integrando ahora de forma progresiva, paso a paso. Les recomiendo que aprovechen este tiempo que tenemos para que luego, cuando haya pasado todo, los sigan manteniendo.
¿Crees que los niños pueden motivar un cambio de hábitos en sus familias?
¡Claro que sí! Pero recordemos que una familia es un equipo. ¡Todos tienen que ir a una!
Más información:
Según el Ministerio de Sanidad, existen muy pocos datos disponibles de mujeres embarazadas afectadas de COVID-19, pero parece que no son más susceptibles de infectarse por el coronavirus. Más información y consejos en la Guia d’actuació enfront de casos d’infecció pel nou coronavirus SARS-CoV-2 en dones embarassades i nadons, el documento oficial del Servei Català de la Salut.
Guía para familias:5 consejos para un confinamiento saludable
Consultar otros documentos y guías de Canal salut.